El lenguaje de la tierra: invitación para la acción
Desde hace varios años, la humanidad ha experimentado un cambio en las condiciones climáticas, lo cual ha provocado que la temporada de lluvias, por ejemplo, tenga fechas diferentes, así como la cantidad y frecuencia de las mismas. Este efecto se denomina como cambio climático, el cual ya es un término común en nuestras conversaciones del día a día. No obstante, es fundamental reconocer que los eventos ecológicos recientes como los incendios forestales, inundaciones y sismos, más allá de pensarlos como coincidencias son una manera en la que nuestro planeta se comunica con nosotros podríamos decir que es: el lenguaje de la tierra.
La modernidad y posmodernidad se han enfocado en atender las necesidades primarias de la humanidad, buscando optimizar actividades simples y diarias, tal es el caso de la tecnología donde surgen creaciones y diseños que facilitan labores en el hogar, trabajo e industria. Justamente, este enfoque de buscar soluciones en la vida cotidiana, y sobre todo la que se da dentro de los conglomerados urbanos, responde a una manera de pensar y sentir que desconecta a la persona de la tierra y los mensajes que expresa.
Es indudable que el desarrollo actual ha traído grandes beneficios para diferentes sectores en pro de la humanidad. Un ejemplo reciente lo podemos encontrar en el área de la salud donde es fácil recordar los tiempos de angustia vividos a principios del año 2020 en la cual el mundo enfrentaba a un nuevo virus del que se sabía de nada a muy poco. En esta situación específicamente, los avances en medicina e inmunología, así como las facilidades de comunicación en tiempo real, crearon un ambiente con opciones para encontrar una vacuna, que incluso se actualiza conforme a las nuevas variantes del virus. Ciertamente, desconocemos varios de los efectos secundarios la enfermedad, pero la pronta solución que se dio desde la ciencia médica es en sí un resultado positivo de los objetivos de la posmodernidad.
Del otro lado de esta visión de crecimiento, existe una contraparte que a manera de metáfora ha ensordecido a las civilizaciones actuales omitiendo lo que nuestro planeta dice de manera fuerte y continua. De hecho, se puede pensar que estos mensajes no son comprendidos o entendidos, incluso descartados. Reforzando esta imagen de pérdida de los sentidos, también nos hemos cegado ante los acontecimientos recientes sobre desastres naturales que identificán como eventos desafortunados y apartados, es decir aquellos que suceden en otros lugares, cuando en realidad son un todo.
El escritor Víctor Hugo, en 1802 escribió acerca de la sordera de la humanidad ante los mensajes del planeta. Esta referencia es una invitación a utilizar el término del lenguaje de la tierra con la plena intención de reconocer la consciencia sensible que se tiene con el planeta, en la cual también se asume una responsabilidad de cuidado y atención, porque, a pesar de que la actualidad aleja o permite olvidar, aunque sea por un instante, es necesario sentir nuestra relación con la naturaleza. Esta conexión que posee la humanidad con el planeta es por y para la vida.
Al igual que en el ejemplo de la pandemia donde la vida fue la primera opción, sí la humanidad depende del planeta y viceversa para su existencia ¿Cómo podemos reconectar con la tierra y escucharla? La respuesta podría parecer evidente, aunque atiene a tiempos, personas y espacios. Una orientación para poder encaminar nuestras acciones en réplica a los mensajes que nos manda la tierra, es fortalecer justamente nuestros momentos de decisiones y pausas. Respecto a este punto Daniel Goleman en su libro de Inteligencia Emocional (1996), explica con detalle lo substancial de los momentos en los que reaccionamos al primer impulso, por lo que hacer una pausa, es un aprendizaje primordial para la vida diaria. La importancia de escuchar con atención a la tierra implica detenernos en la prisa de la realidad para reconocer y hacer consciente la correspondencia y comunicación entre la tierra y la humanidad generando acciones que promuevan un cambio.
Particularmente en este caso se invita a reflexionar sobre qué y cómo nos habla nuestro planeta y sobre todo que hago para atenderlo, se busca motivarnos a realizar acciones que aprecien y conserven la vida en todas sus manifestaciones: “Se el cambio que quieres ver en el mundo” M. Gandhi.
