IBERO Puebla y Radio Huayacocotla realizan subasta con causa
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Un acto de solidaridad, amor, fraternidad y genuino interés por la construcción de un mundo mejor se vivió en la IBERO Puebla en la subasta de arte ¡Manos a la obra!, que tuvo como propósito principal recaudar fondos para la construcción y habilitación del Albergue Loyola, que busca albergar a miles de mujeres que llegan anualmente a la cabecera municipal de Huayacocotla, donde está ubicada la Radio Campesina.
Este evento reunió más de 55 obras de artistas nacionales e internacionales que, al mismo tiempo que ofrecieron una amplia variedad de técnicas, estilos y visiones del mundo a través del arte, fue una muestra de una de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, misma que transmitió el P. Sergio Cobo, SJ en un discurso lleno de gratitud: “Hay más alegría en dar que en recibir”.
Así comenzó una velada llena de solidaridad que también fue reconocida por el Mtro. Mario Patrón Sánchez, Rector de la IBERO Puebla. “Esta causa, la misión indígena jesuita en Huayacocotla, tiene más de 50 años. Ellos junto con las comunidades se abrieron brecha en las radios interculturales y hoy es un mecanismo que genera comunidad”, afirmó.
“No hay causa más legítima que esta”: Mtro. Mario Patrón
“Lo que hoy se pueda generar construir, va a ser en beneficio de las mujeres indígenas de esta región, que son mujeres que viven por lo menos con una triple discriminación”, continuó el Mtro. Patrón, que enfatizó en la importancia de generar este tipo de proyectos de incidencia para garantizar el acceso a derecho fundamentales a quienes más los necesitan.
En ese tenor comenzaron las pujas. Se reunió una gran suma gracias al apoyo y participación de las y los asistentes, que también disfrutaron de una velada en el espacio creativo de Serendipia, ubicado en el lugar donde nace la innovación y la tecnología en la IBERO Puebla, el IDIT 2.0.
Entre las obras subastadas, se encontraban esculturas con técnicas diversas y creativas, como La aldea de los hongos del artista plástico y textil Robert Smith, o pinturas con un valor histórico inigualable, como lo es Sillas, de Pedro Friedeberg, el último pintor surrealista mexicano vivo.
También se encontraba una obra del pintor poblano José Lazcarro, titulada Ocho a la mesa, una pieza que combina técnicas mixtas sobre tela. Estas valiosas esculturas y pinturas fueron el motivo perfecto para ayudar a una causa noble y necesaria, como lo es el apoyo a las mujeres de Huaya.