
Liderazgo ignaciano que transforma: clausura del Diplomado en Espiritualidad para el Servicio
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La IBERO Puebla realizó la ceremonia de clausura de la segunda generación del Diplomado en Espiritualidad Ignaciana para el Servicio, dirigida a estudiantes del Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe y a los acompañantes de residencia de Villa IBERO. El encuentro reunió a autoridades, docentes y estudiantes en un ambiente de gratitud, comunidad y misión compartida.
El acto académico fue presidido por el Dr. Alejandro Guevara Sanginés, Rector de la Universidad Jesuita; el Dr. José Cervantes Sánchez, director general del Medio Universitario; el Mtro. Arturo González González, SJ, director del Centro de Formación y Acompañamiento para el Desarrollo Integral (CFADI); y la Mtra. María de los Ángeles Díaz Rodríguez, coordinadora del Programa Universitario Ignaciano y del Diplomado. También estuvo presente la Mtra. Dafne Reyes Jurado, responsable del Programa Arrupe.
“Ahora que tienen esta luz, vayan e incendien el mundo”: Dr. Alejandro Guevara
Durante su intervención, el Dr. Alejandro Guevara destacó que la espiritualidad ignaciana es el mayor valor agregado de la IBERO Puebla, pues brinda un sentido universitario y fomenta un liderazgo humanista orientado al servicio. Por su parte, el Dr. José Cervantes Sánchez enfatizó que liderar al estilo ignaciano implica poner en el centro a las personas, sirviendo con empatía y justicia.

La Mtra. María de los Ángeles Díaz compartió un emotivo mensaje de agradecimiento, recordando experiencias significativas del diplomado, como el taller de eneagrama (autoconocimento), las entrevistas personales y el campamento de introspección, momentos que fortalecieron la reflexión interior.
Se llevó a cabo una misa de acción de gracias, presidida por el Mtro. Arturo González, SJ, quien invitó a la Comunidad Universitaria a reconocer a Dios en todas las cosas y a agradecer por la vida y el esfuerzo compartido. Durante la celebración, se elevaron peticiones por la paz, la solidaridad y por las personas que acompañaron este proceso formativo.
Durante la ceremonia se entregaron 16 reconocimientos a quienes culminaron el diplomado, entre ellos Manuel Juárez, quien compartió su testimonio sobre reencontrarse con Dios a través de este proceso. Asimismo, Ana Gabriela, acompañante de residencia en Villa IBERO, expresó que “el verdadero servicio no agota, sino que nutre”, al reflexionar sobre su experiencia de acompañar con empatía y presencia.
El acto concluyó con la entrega de agradecimientos a Emiliano Rivera y Paola Berenice Huerta, exacompañantes que concluyeron su ciclo en Villa IBERO. Autoridades, docentes y estudiantes coincidieron en que la espiritualidad ignaciana impulsa a “en todo amar y servir”, más allá del aula, como una forma de vida universitaria.
