Autoaprendizaje: estrategias para un docente autónomo
Como docente, he aprendido que el autoaprendizaje es más relevante que nunca en un entorno educativo en constante cambio. La pandemia nos obligó a adaptarnos rápidamente a nuevas formas de enseñar y aprender, lo que me hizo reflexionar sobre la importancia de mantenerme actualizada y hacerlo de forma flexible. Aquí quiero compartir algunas estrategias que he encontrado útiles en mi propio camino de desarrollo profesional, y que durante la pandemia resultaron muy valiosas para enfrentar las nuevas demandas formativas.
a. Revisión de Tutoriales en Línea
Una de las herramientas que más he aprovechado son los tutoriales en línea. Plataformas como YouTube y Khan Academy así como páginas oficiales de software y sitios educativos se han convertido en mis aliadas para aprender sobre nuevas tecnologías educativas y enfoques pedagógicos innovadores. Durante la pandemia, estos recursos me permitieron adaptar mis clases en tiempo récord y explorar nuevas formas de conectar con mis estudiantes.
Lo que más me gusta de los tutoriales es que puedo aprender a mi ritmo, eligiendo temas específicos que necesito mejorar, ya sea la integración de tecnología o la enseñanza de habilidades blandas. Dedicar tiempo a revisar estos recursos, aunque sea en pequeños bloques de tiempo, ha hecho una gran diferencia en cómo me siento preparada para enfrentar mis clases.
b. Comunidades de aprendizaje en redes sociales
Durante la pandemia, también descubrí el poder de las comunidades de aprendizaje en redes sociales. Conectar con colegas a través de plataformas como Twitter, LinkedIn, Facebook, Academy y ResearchGate me ha permitido compartir recursos e ideas en un espacio colaborativo. He encontrado grupos donde se discuten prácticas pedagógicas y se comparten experiencias que me han enriquecido enormemente.
La belleza de estas comunidades es que puedo participar en discusiones y aprender en momentos que se ajustan a mi agenda, lo que es esencial dado el tiempo limitado que tenemos como docentes. Cada interacción me ha proporcionado nuevas perspectivas y herramientas para aplicar en mi práctica diaria.
c. Cursos asíncronos virtuales
La inscripción en cursos asíncronos virtuales ha sido otra estrategia clave en mi autoaprendizaje. Durante la pandemia, plataformas como Coursera y edX me ofrecieron la flexibilidad de seguir formándome sin interferir con mis responsabilidades diarias. He podido explorar desde la teoría educativa hasta la implementación de nuevas tecnologías en el aula, todo a mi propio ritmo.
La flexibilidad de estos cursos es fundamental, ya que puedo organizarlos en función de mis horarios. Esto me permite equilibrar mis deberes docentes con mis deseos de seguir aprendiendo. Además, muchos de estos cursos ofrecen certificados, lo que se convierte en un incentivo adicional para avanzar en mi carrera.
d. Intercambio de buenas prácticas entre pares
El intercambio de buenas prácticas entre colegas ha sido fundamental en mi desarrollo. He participado en reuniones organizadas por mi institución y también he buscado conversaciones informales con compañeras y compañeros. Compartir nuestras experiencias ha sido enriquecedor; cada conversación me ha permitido adoptar ideas que puedo aplicar en mi propia práctica.
Aprender de las experiencias de otras personas y ver cómo adaptan sus enfoques ha creado un ambiente de aprendizaje colaborativo que, creo, es esencial para cualquier docente. Esto no solo fortalece mi práctica individual, sino que también fomenta una cultura de aprendizaje dentro de nuestra comunidad educativa.
Integrar estas estrategias en mi rutina ha sido clave para un autoaprendizaje efectivo. Al combinar tutoriales en línea, comunidades de aprendizaje, cursos virtuales y el intercambio de buenas prácticas, he podido desarrollar un enfoque autónomo para mi crecimiento profesional.
El autoaprendizaje se ha convertido en una herramienta poderosa que me permite enfrentar las limitaciones de tiempo que, como docente, son una constante. Dedicar pequeños momentos a aprender algo nuevo se traduce en grandes avances a lo largo del tiempo. Estoy convencida de que, en este camino, cada una de nosotras puede ser la arquitecta de su propio crecimiento profesional.