La ecología en México: retos de una disciplina joven
Autoría: Romeo Alberto Saldaña Vázquez
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El 3 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Ecología y de los Ecólogas (os), una fecha que invita a reflexionar sobre la importancia de esta ciencia y el rol fundamental que juegan los ecólogos en la conservación y el manejo sustentable de los recursos naturales. En México, la ecología ha ganado relevancia en las últimas décadas, pero su desarrollo como disciplina científica organizada es relativamente reciente. Esto nos lleva a preguntarnos sobre los retos y las oportunidades que enfrenta el país en este ámbito y sobre el papel que pueden jugar los ecólogos en la solución de problemas ambientales de creciente complejidad.
La ecología como ciencia formal surge en el siglo XIX con el objetivo de estudiar las interacciones entre los organismos y su entorno. Sin embargo, en México esta disciplina se consolida apenas en las últimas décadas, lo cual queda claro con la fundación de la Sociedad Científica Mexicana de Ecología en 2005. En estos 19 años de historia, esta sociedad ha dado pasos importantes para posicionar la ecología en el ámbito científico y social del país, promoviendo la investigación ecológica, su difusión, divulgación y su aplicación en políticas públicas que impactan directamente en la conservación de la biodiversidad.
A pesar de su juventud, la ecología en México cuenta con figuras destacadas a nivel mundial como José Sarukhán, Rodolfo Dirzo, Miguel Martínez Ramos, Patricia Balvanera y Valeria Souza han realizado importantes contribuciones científicas y han formado generaciones de ecólogos mexicanos. Su trabajo no solo se ha traducido en avances en el conocimiento de los ecosistemas y la biodiversidad del país, sino también en recomendaciones para el desarrollo de políticas públicas que buscan la conservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales como la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO). Gracias a estos pioneros, México es reconocido por su investigación en ecología y conservación en el ámbito internacional.
El pasado mes de octubre, se celebró el noveno Congreso Nacional de la Sociedad Científica Mexicana de Ecología en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Este evento reunió a más de 2,000 personas entre científicos, estudiantes, tomadores de decisiones y activistas, todos interesados en la ecología y la conservación de la biodiversidad en México. La magnitud de esta reunión refleja el crecimiento de la disciplina en el país y el interés cada vez mayor en los temas ambientales. Este congreso no solo fue un foro para el intercambio de conocimientos, sino también una oportunidad para inspirar a las nuevas generaciones de ecólogos que están por enfrentar los complejos retos ambientales de México.
Un aspecto notable del congreso fue la reafirmación de la ecología como una ciencia multidisciplinaria. En las ponencias, tanto magistrales como regulares, se integraron perspectivas de campos tan diversos como la sociología, la política, la ingeniería, la arquitectura, las artes y el urbanismo. Esta diversidad de enfoques resalta la necesidad de un trabajo conjunto para abordar problemas ambientales que van más allá de los ecosistemas naturales y se entrelazan con los sistemas sociales, culturales y económicos. La crisis climática, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la expansión urbana son problemas que requieren una visión amplia y colaborativa.
Si bien los retos en materia de ecología aplicada son enormes, es alentador ver a un número cada vez mayor de ecólogos en formación que, guiados por mentores y motivados por el contexto actual, están dispuestos a enfrentarlos. Es crucial que estos nuevos ecólogos sigan nutriéndose de teorías y herramientas de otras disciplinas, tanto científicas como no científicas, tal como lo han hecho hasta ahora. La interdisciplinariedad no solo enriquece la ecología, sino que también incrementa las posibilidades de encontrar soluciones más integrales y efectivas para los problemas ambientales de México.
La ecología en México ha avanzado rápidamente en las últimas dos décadas, posicionándose como una ciencia clave para la conservación de la biodiversidad y la sustentabilidad. Con cada generación de ecólogos comprometidos, México se encamina hacia un futuro donde la ecología y sus aplicaciones seguirán siendo esenciales para la construcción de un país más consciente y resiliente frente a sus desafíos ambientales.