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Celular con apps Tik Tok
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¿TikTok convierte a jóvenes en conspiranoicos digitales?

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Esta red social potencia teorías conspirativas en jóvenes con algoritmos virales y falta de criterio

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Mis peripecias de madre y de profesionista me llevan a revisar, estudiar, analizar y también a imaginar tantas cosas, pero últimamente al estar escuchando y leyendo temas de conspiraciones constantes, la red que más contribuye a ese tipo de difusiones es ni más ni menos que TikTok.

TikTok es la red social de moda entre los jóvenes, que ya no es solo risas, bailes y retos virales. Se ha convertido también en un semillero de teorías conspirativas: etiquetas como #Pizzagate acumulan millones de vistas y contenidos que contrapuntean la realidad con discursos sin base, en un formato de video que engancha profundamente. El problema es estructural: un algoritmo diseñado para la viralidad y una generación que encuentra en ello una fuente de “verdad”.

Un estudio basado en 1.5 millones de videos publicados en EE.UU. en tres años encontró que aproximadamente 0.1 % de todo el contenido promovía teorías conspirativas (equivalente a cerca de 1 000 videos conspirativos al mes). [1]

Según TikTok y organizaciones como NewsGuard, cerca del 20 % de los videos sobre temas relevantes contienen desinformación —incluyendo conspiraciones— que se difunden con titulares llamativos y contenido emocional.

Las etiquetas de teorías conspirativas como #Pizzagate o #QAnon alcanzaron cientos de millones de reproducciones en 2020, incluso en formatos de video breve. Según la News Literacy Project, el 81 % de los adolescentes cree al menos en una teoría conspirativa, y la mitad ve videos conspirativos al menos una vez por semana.

Aproximadamente el 50 % de los jóvenes entre 13 y 18 años ve contenido conspirativo semanalmente y tiene dificultades para distinguir entre noticias, opiniones y entretenimiento. Gen Z consume noticias —muchas conspirativas— a través de redes sociales como TikTok (45 % de jóvenes de 18‑29 años) al menos una vez por semana.

Según la News Literacy Project, el 81 % de los adolescentes cree al menos en una teoría conspirativa, y la mitad ve videos conspirativos al menos una vez por semana. Aproximadamente el 50 % de los jóvenes entre 13 y 18 años ve contenido conspirativo semanalmente y tiene dificultades para distinguir entre noticias, opiniones y entretenimiento.

La Gen Z consume noticias (muchas conspirativas) a través de redes sociales como TikTok (45 % de jóvenes de 18‑29 años) al menos una vez por semana. [2]

Qué facilita esta dinámica conspirativa

1. Algoritmo y cámara de eco: TikTok promueve contenido sensacionalista con alta participación, creando burbujas que refuerzan creencias existentes.
2. Confianza en creadores jóvenes: Investigaciones muestran que los usuarios confían más en “creadores” que parecen cercanos, a veces incluso más que en expertos o instituciones.
3. Motivaciones psicológicas: Efectos como el sesgo de confirmación y el efecto Dunning‑Kruger hacen que los jóvenes acepten información que encaja con sus ideas preconcebidas.
4. Contenido atractivo emocionalmente: Las teorías conspirativas apelan al miedo, la indignación y el asombro, emociones que disparan el engagement.

Un estudio cualitativo de TikTok llamado “ConspiracyTok” [3] analizó 202 videos y 1 312 comentarios, concluyendo que los creadores construyen espacios de “epistemología generosa” donde el público se siente parte, incluso si duda inicialmente.

Además, en Reino Unido se encontró que una buena parte de estudiantes comparte conspiraciones “por diversión”, sin distinguir entre creencia y entretenimiento: “Many children see no harm in spreading conspiracy theories…” con un 65 % de alumnos sin problemas en difundir que el hombre nunca llegó a la luna.

TikTok no convierte por sí mismo, pero sí potencia un caldo de cultivo ideal: permite visibilizar teorías conspirativas, los algoritmos amplifican el contenido emocional y la juventud, con acceso limitado a formación mediática, se vuelve terreno fértil para aceptar y compartir estas narrativas.

Para revertirlo, debemos:

1. Preguntarnos: ¿por qué creemos la historia que nos cuentan?, ¿quién es el conspirador?, ¿cuál es el plan?, ¿a quién(es) quieren manipular?
2. Impulsar educación mediática estricta desde primaria.
3. Exigir transparencia y responsabilidad algorítmica a plataformas como TikTok.
4. Capacitar docentes para acompañar y debatir estos temas con jóvenes.

No basta con prohibir etiquetas conspirativas: hay que enseñar a los jóvenes a cuestionar todo, navegar con criterio y, sobre todo, a no confundir entretenimiento con evidencia en nuestra #CiudadDigital

Referencias
[1] Milmo, D. (2023, October 17). Why teens are falling for TikTok conspiracy theories. WIRED. 
[2] GovTech. (2023, October 24). Study: Teens frequently see conspiracy theories on social media. Government Technology. 
[3] Pippert, C., Furl, K., & Marwick, A. (2025). True believers, entertainers, and skeptical scholars: Claims and frames on conspiracy TikTok. Journal of Information Technology & Politics. 

Publicado originalmente en e-consulta.
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Material gráfico
Misael Chirino Durán
Fotografía
Ramón Tecólt González

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