Eppur si muove o claroscuros del lenguaje
Autoría: Erick Eduardo Frías Méndez
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A propósito de los tiempos oscuros que nos ha dejado la indolencia en un escenario postpandemia, recordé un texto que hace más de diez años me inspiró a redescubrirme en el lenguaje Miedos analíticos: el sentido del secreto de Carlos Hernández Mercado. Por lo tanto, la siguiente reseña pretende ser un reto para, quienes así lo deseen, recobren el interés por redescubrirse a partir de la diversidad del lenguaje.
El planteamiento filosófico de este texto nos invita a cuestionar si un discurso elaborado con obscuridad puede ser tan preciso como uno elaborado con claridad. Si un lenguaje complicado o uno sencillo es el óptimo para la audiencia. Hernández invita al lector a no temer a textos que contengan pasajes difíciles de comprender, a no temer a pensar.
La perspicacia del autor plantea el dilema entre el uso de las obscuritas versus perspicuitas, preguntándose si existen en un espacio común y utilizando el recurso de hacer de su propio texto una respuesta. En este sentido afirma que, una lectura cuidadosa, podría ser el principio de un diálogo fructífero y deleitoso capaz de contribuir con la expresión de la obscuridad estilística (Hernández, 2011, p. 161). Para responder desarrolla teóricamente las posturas de cuatro autores: Aristóteles con el texto Retórica; Quintiliano con Instituciones oratorias; Dan Sperber con el efecto Gurú y Leo Strauss con La persecución y el arte de escribir.
En la primera sección La obscuridad en la retórica de Aristóteles, Hernández detalla la postura del estagirita sobre la lobreguez en la retórica, aseverando que Aristóteles no es un radical opositor a lo obscuro si se cumplen ciertas medidas por parte del escritor. En la segunda La obscuridad en la Institución oratoria de Quintiliano, describe cómo la obscuridad puede darse a partir de la extensión desmedida de las frases o de la brevedad extrema, y que Quintiliano tampoco censura del todo la obscuridad si el orador es capaz de explicar el sentido de lo dicho. En la tercera El Efecto Gurú, Hernández muestra la postura radical de Sperber quien está categóricamente en contra de la escritura obscura. Finalmente, en El secreto y la oscuridad, Strauss rescata la existencia de dos tipos lectores y seis formas de contradicción desde la literatura de Maimónides.
Hasta este punto se conoce la pregunta que da génesis a la hipótesis del autor, la cual revive algunas posturas entre lo claro y lo obscuro del lenguaje. Sin embargo, el receptor debe estar preparado para leer en el artículo de Hernández una variedad de palabras en latín (o sus raíces), las cuales probablemente identificará —en lo extranjero— cuando lea a Aristóteles, y posteriormente comprenderá con la postura —explicativa— de Quintiliano.
La lectura en un texto que desde el título nos invita a pensar qué querrá decir con miedos analíticos y sentido del secreto, implica descifrar la semántica. La propuesta está diseñada con toda la intención de llevar a su lector hasta el final y muestra las razones que alimentaron la vigente oscuridad de muchos textos, la cual está acotada claramente en la estela de neutrales, radicales y conciliadores.
Afirmar que, los albores estéticos de la arenga moran en foscas y albúminas palabras, es muestra de lo que el lector será capaz de comprender con la contribución de Hernández Mercado en este texto. Percibir que la bondad de la prosa en lóbregos y diáfanos elixires textuales alimentará el acervo del lector: se transformará en lo ideal. La exquisitez de la forma y el contenido propio para el lector que llegó a la búsqueda de este texto dejará la confusión para los herméticos.
Las contribuciones del ensayista aspiran a que el lector amplíe el léxico; sea capaz de discernir la estética y funcionalidad de una u otra forma retórica (que las conozca); no juzgue como profundo un texto sin ser capaz de comprenderlo (Hernández, 2011, p.170) y, de ser posible, eleve la búsqueda de lecturas que le representen un reto literario.
La osadía de asumirse capaz de ver entre líneas las ideas de Hernández Mercado, desvela al texto como una herramienta de lectura de comprensión, como un bálsamo frente a lecturas más densas. Asimismo, Miedos Analíticos: El sentido del secreto deja a entrever que la discusión oscuridad/claridad no acabará. Ergo, pesquisa el sitio que tiene la retórica en nuestra sociedad y culturas actuales (Hernández, 2011, p. 179).
Probablemente, el escritor no resolverá la dicotomía que compone el texto ni logrará que la obscuridad deje de esconderse renovando el lenguaje; pero aportará en la construcción de un ethos gramatical que quizá las acepte como agrupación en una sociedad donde lo obscuro es perseguido y “sin embargo se mueve”.
Referencias
Hernández M., C. (2011). Miedos Analíticos: El sentido del secreto. Artificium: Revista Iberoamericana de Estudios Culturales y Análisis Conceptual. Vol. 2, Año 2 (Agosto-Diciembre 2011). pp.160-180. ISSN 1853-0451.