La industria mezcalera es una de las más importantes de México gracias a sus aportaciones a la economía nacional, a la cultura y el desarrollo. Tan solo en 2023, este sector generó alrededor de 36,162 millones de pesos, y sigue creciendo de forma sostenida gracias al turismo y al consumo nacional e internacional.

A pesar de este gran aporte, la producción de esta bebida tradicional implica múltiples procesos que contaminan los suelos y el agua, además de generar desechos que ocasionan gases de efecto invernadero, los cuales incrementan la crisis climática y provocan estragos latentes en el mundo.

Tan solo la industria mezcalera oaxaqueña produce anualmente 122,696 toneladas de desechos.

Este escenario inquietó a un grupo de futuros ingenieros e ingenieras de la IBERO Puebla, quienes, conscientes del valor de este producto para la cultura mexicana y sus impactos medioambientales negativos, desarrollaron un desfibrador de pencas de agave para la reutilización y correcto manejo de estos desechos.

Si bien en algunos casos suelen utilizarse en el proceso de destilación, las pencas suelen ser consideradas un excedente desechable y son quemadas, generando así gases y desechos que contaminan el aire, los suelos, y el agua. Este proceso implica el desperdicio de una parte sumamente funcional del maguey, que puede ser aprovechada para generar otros productos.

El desfibrador busca dar un beneficio óptimo a las y los productores de mezcal o tequila. Este artefacto con sello IBERO Puebla aprovechará al máximo la materia prima de la industria de manera integral: ya sea para la generación de hilos, cuerdas, telas y cosméticos o incluso para su implementación en la industria automotriz.